Una decena de bomberos gasteiztarras han pasado tres jornadas buscando superviviente entre los escombros en la ciudad libia de Derna
Héctor Pérez, integrante de Acción Norte explica la situación en Derna.
Los bomberos alaveses enmarcados en la misión de la ONG Acción Norte que han acudido a Libia a colaborar en las labores de rescate de supervivientes tras las inundaciones que han arrasado el país dan por terminada su labor.
Tras tres jornadas desarrollando labores de búsqueda de personas con vida entre los restos de las riadas, que han dejado un panorama desolador, “se ha decidido comenzar a retirar los equipos de búsqueda de personas con vida para dar paso a los equipos que buscan personas fallecidas“, informaba Héctor, uno de los profesionales voluntarios que ha acudido a Libia a prestar ayuda, en un video difundido por la ONG.
“El índice de supervivencia ha sido muy bajo, incluso nulo y el objetivo ahora es sacar cuanto antes los cadáveres para que no de pie a epidemias o enfermedades”, añadía.
Frente a un híbrido entre inundación y terremoto
La inundación que ha arrasado buena parte de la ciudad libia de Derna tras el paso de la tormenta Daniel ha sido doblemente trágica. Al colapsar dos presas de la zona, el agua ha barrido todo el cauce del río que da nombre a la localidad y, además de provocar el ahogamiento de muchas personas, ha derribado multitud de edificios, lo que ha podido multiplicar el número de víctimas.
“Va a ser complicado encontrar víctimas con vida en los edificios derrumbados porque lo que ha sucedido es como un híbrido entre una inundación y un terremoto”. Así lo explicaba en la tarde de este jueves Ibai, portavoz de la ONG Acción Norte, que ha desplazado a la zona a una decena de bomberos gasteiztarras.
Normalmente, señala, cuando hay un terremoto, como el de la pasada semana en Marruecos, en los edificios derruidos quedan huecos de supervivencia generados por muebles, marcos de puertas o vigas. En este caso, dada la altura que ha alcanzado el agua, esos posibles huecos habrán quedado inundados, con lo que las posibilidades de encontrar a personas con vida son mínimas.
Incluso, señalaba Ibai, en aquellos edificios que no han caído pero que han sido atravesados por la avenida de “agua, lodo y sedimentos”, será difícil rescatar víctimas vivas “por debajo de las cuartas plantas”, que fue la cota que alcanzó la riada durante al menos cuarenta minutos.
“Caos absoluto”
Por lo demás, la situación en Derna es de “un caos absoluto”, y en esas condiciones trabajan sin apenas descanso los bomberos de Gasteiz, que el miércoles buscaron víctimas hasta las dos de la madrugada y el día siguiente a las 6.00 horas estaban de nuevo en pie.
El esfuerzo es necesario, por cuanto en este tipo de catástrofes con cada hora que pasa se reducen las posibilidades de hallar personas con vida, y a partir de las 24 o 48 horas las buenas noticias son ya excepcionales.